El mar

Foto: Pep
Texto: Martin Gallego
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El mar
Esta foto es una excusa para hablar de sensaciones. Lo que me ha sugerido no es un relato, sino mas bién pensamientos que me provoca el-la mar cuando estoy delante y me siento niño....
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Cielo, viento, agua, la cadencia adormecedora del motor, las olas lamiendo la proa, la estela señalando a tierra, todo el mar por delante....
La vida cobraba sentido sentados en el banco de su barca. El mar iba bien para pensar. Compartían el silencio, un silencio cómodo, confortable, sólo roto por frases cortas: coge el timón, dame esa cuerda, parece que lloverá......
No hablaban de ello, pero pensaban lo mismo en sus ratos sin palabras: ansiaban fundirse con el mar. Si pudieran, se habrían convertido en peces plateados, veloces, para bajar a las profundidades, para jugar con las ballenas, para reirse de las tormentas, para encontrar el horizonte y ver que hay al otro lado. El mar era una gran madre que los acogía en su seno. Era una idea extraña pero hermosa. Ya no eran peces, eran niños que jugaban con las maravillas que su madre, la Mar, guardaba en su interior. Eran hombres que no habían dejado de ser niños, con todo el mar por delante, la estela señalando el horizonte, las olas lamiendo la proa, la cadencia adormecedora del motor, agua, viento, cielo, tierra.....
Dedicado a Joan y Eva.

1 comentario:

PEP dijo...

Que tendrá el mar, que hace que cuando estamos lejos le echemos tanto de menos, y cuando estamos cerca, deseemos tal y como bien dices fundirnos en el, aunque sea un mundo que no nos pertenece !

Buen relato Martín, Gracias por tus palabras. Un saludo, Pep.