Harta

Foto: Skynet
Texto: Martin Gallego
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Desgraciadamente, ésta no es una historia de ficción. Cada uno lucha contra sus propios demonios, pero a veces algo hace clic! en nuestra cabeza y pasamos la frontera entre el bien y el mal, la vida y la muerte, el pienso y la carne picada….
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Harta.
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Esa mañana se sentía bien. Se había bañado y se había puesto aquella ropa nueva que a él no le hubiera gustado. Bajó a la calle y la luz brillante de invierno, limpia, hiriente, le hizo dar gracias a la vida. Se puso las gafas de sol y se fue avenida arriba hasta llegar al solar. Sacó de la bolsa la carne picada con odio y se la puso a los gatos. Normalmente les ponía pienso, pero hoy había menú especial. Los miró mientras sus boquitas se teñían de rojo venganza y pensó que le hubiera gustado que él le hubiera regalado uno, pero los odiaba. Él odiaba todo lo que a ella le gustaba, y disfrutaba diciéndoselo. Pero hoy él no estaba. Pensó en un café con leche y unos churros y se dejó llevar hasta el bar. No se quitó las gafas al entrar, había algunas conocidas y no quería que le vieran los moratones. Se fijó en el camarero, joven, de buen ver, e intentó recordar en vano cuándo fue la última vez que había hecho el amor. Saboreó el desayuno y pensó en las mujeres que su marido se habría tirado esos años, como hubiera dicho él, mientras ella en casa cuidaba de los críos y se esforzaba en ser buena, eficiente, guapa….. Sacó un cigarrillo y sin importarle si estaba prohibido o no, lo encendió a su salud, de ellas y de él. Salió a la calle y caminó un rato. Al llegar delante del edificio, tiró la colilla y entró. Se dirigió al mostrador sin dudar y le dijo a bocajarro al policía de guardia: “He matado a mi marido, era un hombre sin corazón y ahora se pudrirá sin él”. Después se giró, se dirigió a una silla, se sentó, y ahora sí, se permitió pensar en cómo sería la vida en la cárcel.

4 comentarios:

Le Mosquito dijo...

Uffff!
Sin palabras. Al manos, sin más palabras.

Le Mosquito dijo...

Uffff!
Sin palabras. Al manos, sin más palabras.

Anónimo dijo...

Triste e injusta realidad. Creas suspense en tus relatos y eso es bueno, nos tienes atados a leer hasta el final.

Le Mosquito dijo...

Donde escribí, "al MANOS" quise escribir, "al mEnos".